Micromecenazgo (en inglés crowdfunding), también denominado financiacion masiva, financiación en masa o por suscripción, cuestación popular,financiación colectiva y microfinanciación colectiva, es la cooperación colectiva, llevada a cabo por personas que realizan una red para conseguir dinero u otros recursos, se suele utilizar Internet para financiar esfuerzos e iniciativas de otras personas u organizaciones. El micromecenazgo puede ser usado para muchos propósitos, desde artistas buscando apoyo de sus seguidores, campañas políticas, financiación de deudas, vivienda, escuelas, dispensarios y hasta el nacimiento de compañías o pequeños negocios.
Tras la noticia de que el ejecutivo español impondría límites al sector del crowdfunding español, muchos comentaron la posibilidad de que las plataformas patrias cambiasen su domicilio fiscal a otros países de nuestro entorno con legislaciones menos restrictivas. Ante la duda de si esto terminará ocurriendo, lo que podemos afirmar es que varias plataformas de equity crowdfunding europeas comienzan a expandirse por todo el continente.
La última en sumarse a la lista es la alemana Companisto, que esta mañana ha anunciado que elimina cualquier restricción existente de cara a los inversores y a los emprendedores y que aceptará proyectos e inversiones de toda Europa.
La cantidad que las startups podrán conseguir a través de la plataforma es ilimitada y los inversores podrán inyectar desde cinco a 100.000 euros. Junto a Companisto otras dos plataformas operan en todo el continente: la británica Seedrs y la sueca FundedByMe.
Según recoge Tech.eu, a través de Companisto se han invertido hasta la fecha 4,5 millones de euros en 25 startups. La compañía cobra un 10% a las compañías que alcancen sus objetivos de financiación y un 10% a los inversores por los beneficios obtenidos con cada operación.
La situación en la UE
Por el momento no existe una normativa que regule el equity crowdfunding a nivel europeo, siendo los estados miembros los encargados de legislar esta actividad. La Comisión Europea anunció en octubre que estaba “explorando el valor añadido de una normativa comunitaria” para el crowdfunding, pero desde entonces no hemos vuelto a tener noticias.